Ha sido un fin de semana de locura. Ni en mis mejores sueños podría imaginar lo que ha ocurrido. La guardiana del Santo Reino llegó a estar en la lista de bestsellers en Amazon, concretamente en el puesto número 34 en la sección de fantasía en papel y número 21 en la de fantasía oscura en Kindle —además de 48 en ebooks de fantasía paranormal—. Sin contar que también se posicionó en la categoría general de literatura entre los mil libros más vendidos —883 la edición física y 348 la digital— y , por algún motivo que desconozco, en EE. UU. alcanzó el puesto número 110 en la sección de science fiction, fantasy and horror in Spanish.
Ahora, lógicamente, las ventas han bajado —aunque en la plataforma Lektu sigue en el puesto número 1 en literatura paranormal, 3 en literatura de aventuras y 10 en ciencia ficción—. Pero eso no me entristece, ¿por qué habría de hacerlo? Hemos logrado algo que parecía inalcanzable. Ver el nombre de mi obra al lado de Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin, y El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien, es algo único, emocionante, terrorífico y maravilloso. Algo que llena de orgullo al niño que fui y que leía libros de fantasía tumbado sobre su cama. Estos dos días han supuesto un antes y después. Me han demostrado que gracias a mi esfuerzo, a mi trabajo duro y a vuestra siempre necesaria ayuda, puedo lograr todo lo que me proponga.
No sé lo que me deparan los próximos días. Puede que esto sea una vela al viento —como decía metafóricamente Terence H. White en su espléndida saga El rey del pasado y del futuro— que se apague pronto. O puede que no. Nadie lo sabe, y reflexionar demasiado sobre asuntos que se escapan a nuestro control es un ejercicio infructuoso. Lo único que puedo hacer es seguir esforzándome como hasta ahora y estar agradecido con la vida.
Gracias de verdad, lectores valientes. Gracias. Sin vosotros esto no habría sido posible. No soy nada sin vuestros ojos, que dan voz a mis palabras. Os quiero muchísimo y siempre os llevaré dentro de mí, en mis pensamientos y en mi corazón.
Recordad que, si queréis seguir apoyándome, podéis dejar una reseña positiva en Amazon, por breve que sea, para que el algoritmo de la plataforma recomiende mi novela.
Por último, lo que más deseo ahora mismo es que el libro no os decepcione y que, aunque sólo sea un poquito, os haga soñar, pensar o, simplemente, os entretenga y no os aburra. Os mando un abrazo muy fuerte.
Siempre vuestro,
M. Escabias