El año sin verano que cambió la literatura de terror

 

¡Hola, lectores valientes! Hoy vamos a hablar de 1816, el año sin verano (también conocido como el año de la pobreza, el verano que nunca fue y el año que no tuvo verano) y su relación con los orígenes de la novela de terror moderna; ya que este género se desarrolló, en cierto modo, gracias a acontecimientos reales.

Empecemos por un poco de contexto histórico. ¿Qué ocurrió en el siglo XIX, en 1816, que resultó tan terrible? ¿Por qué lo llaman el año sin verano?

¿Qué fue y qué causó el año sin verano?

Para comprender el origen del año sin verano, debemos retroceder un poco más en el tiempo. Concretamente, al 10 de abril de 1815, un año antes.

Ese día, el volcán Tambora de la isla Sumbawa, en Indonesia, entró en erupción. Pero no fue una corriente. Estamos hablando de la mayor erupción volcánica de la historia humana. Los daños materiales ascendieron a 25 millones de dólares y entre 10000 y 11000 personas perdieron la vida como consecuencia directa de la erupción.

Aunque esto no fue nada comparado con lo que vino después: los gases que expulsó el Tambora provocaron un invierno volcánico que afectó a todo el planeta y dio lugar a frío, hambre y muerte en todos los países y naciones.

Europa sufrió unas severas hambrunas y múltiples oleadas de violencia y saqueos, pues, casualmente, se estaba recuperando de las guerras napoleónicas. Pero no observemos la situación del continente en conjunto, sino las vidas de un reducido grupo de escritores que, debido a estas inusuales circunstancias de 1816, cambiaron la historia de la literatura de terror, y me atrevería a decir que de la literatura en general, para siempre.

El origen de Frankenstein y los vampiros

Durante el año sin verano, el poeta inglés George Gordon Byron (más conocido como lord Byron y que comenzaba a caer en desgracia), se marchó de Inglaterra junto con su médico personal, John William Polidori, también aspirante a escritor. Llegaron al lago suizo de Ginebra en mayo y allí, casualmente, trabaron amistad con otros viajeros ingleses: Percy Bysshe Shelley y su futura esposa, Mary Godwin, mundialmente conocida a día de hoy como Mary Shelley. Además, los novios viajaban junto con la hermanastra de Mary Shelley, Claire Clairmont.

Lord Byron, junto con los Shelley, alquiló la villa Diodati (una hermosa mansión junto al lago de Ginebra) entre el 10 de junio y el 1 de noviembre de 1816. Pero lo que todos habían planeado como una bucólica escapada veraniega se tornó en una soporífera y aburrida reclusión.

Debido a las inclemencias climatológicas del año sin verano, apenas pudieron salir de la villa Diodati durante su estancia, lo que llevó a una serie de acontecimientos que cambiaron para siempre la historia de la literatura universal.

El grupo decidió escribir sus propios relatos para ver quién podía crear el más pavoroso. Aunque sólo dos de los participantes terminaron sus historias, fue más que suficiente para revolucionar el incipiente género de la literatura de terror.

Por un lado, y con sólo 18 años, Mary Shelley concibió durante su estancia en la villa Diodati el primer borrador de Frankenstein o El moderno Prometeo (que luego publicó en 1818). Una novela gótica realmente adelantada a su época que camina entre la literatura de terror y uno de los primeros ejemplos de ciencia ficción moderna.

Y, por el otro lado, Polidori dio forma a la imagen clásica del vampiro, tal y como lo conocemos hoy día, con su obra homónima, El vampiro (publicada en 1819). Para ello, se inspiró en la novela inacabada de lord Byron «El entierro», también de temática vampírica y con la que guarda ciertas similitudes. No obstante, fue Polidori el que logró fusionar las distintas leyendas y mitos vampíricos que circulaban por Europa de forma coherente y lógica, a la vez que presentaba un protagonista noble con una doble vida: la de un ser que bebe la sangre de sus víctimas para sobrevivir.

Espero que os guste este vídeo, ¡un saludo, lectores valientes!

M. Escabias, escritor y novelista, autor de La guardiana del Santo Reino. Web oficial de M. Escabias

Lector y escritor. Amo las buenas historias, el poder de las palabras y las mezclas de géneros. Aspiro a escribir los libros que a mí me hubiera gustado leer.

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